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Proyecto bbaa

La federación Argentina de Cartoneros y Recicladores

y el Movimiento de Trabajadores Excluidos - La Plata,

proponen la creación de "Puntos Azules de Reciclaje con

inclusión social". El Punto Azul es un lugar de acopio de

material reciclable para las y los cartoneros que trabajan

en la zona y se organizan en la Federación, que incluye

a la vez a la promoción ambiental y de derechos.

diapo central

fundamentación

Las políticas públicas de reciclado centradas exclusivamente en lo ambiental, se identifican (en La Plata), con el color verde. La denominación de "Punto Azul" surge de la necesidad de incorporar la dimensión social, propiciando el reconocimiento de las y los trabajadores en el sistema de reciclado; involucrando a diversos actores institucionales en la demanda de un sistema público que los incluya.

La exigencia de la gestión responsable de residuos está instalada tanto en la Universidad como en la agenda pública. En los últimos años crecieron las políticas públicas de promoción de separación en origen de residuos urbanos (RSU). Sin embargo, la promoción del reciclado se aborda habitualmente haciendo foco en la gestión ambiental pero no en el reconocimiento de quienes se inventaron éste trabajo para ganarse la vida, sobreviviendo en las peores condiciones, sin ninguna protección y sin ningún derecho. A través de los Puntos Azules, la UNLP puede cumplir un rol clave en el debate sobre la necesidad de un programa de reciclado con inclusión social en nuestra ciudad.

El manejo de los RSU es un problema ambiental de alcance mundial. El esquema irracional de consumo, propio del sistema en el que vivimos, genera una cantidad de basura imposible e absorber por el ambiente, sea cual fuese el método de disposición final (enterramiento, combustión, etc.). Los residuos, sin embargo, han sido revalorizados durante los últimos años por un actor inesperado: los recuperadores urbanos.

Cartoneros, carreros, catadores, urgadores, gancheros, son en todo el mundo familias humildes que encuentran en los RSU un digno medio de subsistencia. Cumplen sin contraprestación alguna con un servicio que el Estado debe garantizar conforme a su legislación interna (nacional y provincial) y a diversos compromisos de raigambre internacional: recuperar residuos, reciclar, minimizar el enterramiento de rellenos sanitarios. En La Plata debemos agregar además la Ordenanza de Basura Cero (10.661), que entre otras cosas obliga a registrar y formalizar a los recicladores base. Normas que lejos de respetarse son violadas con el convenio entre Esur y el Estado Nacional.

Los cartoneros y cartoneras trabajan diariamente en las calles de la ciudad desde hace más de 50 años, cumpliendo con una tarea de gran valor ambiental: la recuperación de materiales reciclables para su reinserción en el circuito productivo. Sin embargo, lejos de ser reconocidos como trabajadores recicladores, son perseguidos y hostigados tanto por la policía como por las ONG proteccionistas de caballos. Se señala y criminaliza a quienes trabajan en carro, poniendo el acento en la tracción a sangre, perdiendo de vista así la realidad y las necesidades de cientos de familias que viven de ésta actividad en la exclusión.

 

 

 

Los carreros y cartoneros son Trabajadores Excluidos y por eso invisibles. Los derechos que se consagran en nuestra Constitución son para ellos inexistentes. Según éstos datos del BID, de los 4 millones de recicladores de base de América Latina, el 90% son trabajadores "informales", es decir, no reconocidos.

Nos encontramos frente a un problema público que hoy se gestiona en la ciudad con la política excluyente del negocio privado. Cientos de familias que garantizan el Reciclaje en al ciudad son excluidas del derecho al Trabajo y de todos los derechos independientes:educación, salud, ambiente sano, niñez feliz, entre tantos otros. Mientras tanto la ciudad extiende el contrato con la empresa recolectora, privatizando el el material reciclable. Con éste convenio, Esur se lleva el material que nuestros compañeros recuperan de las calles y lo entierra en el relleno del CEAMSE. No hay reciclado porque no se incluye a quienes reciclan en la ciudad, violando las normas que así lo mandan.

Hace falta entonces amplificar la exigencia d reconocimiento de los Cartoneros como Recicladores y la demanda de un programa público de reciclado que los incluya.

El Punto Azul representa una oportunidad para promover Derechos e interpelar los sentidos de convivencia y de lo Común. Constituye un aporte, tanto material como simbólico, a actores sociales que no participan de una ciudadanía plena, entendiendo la ciudadanía como el ejercicio y goce de los derechos. Por eso es fundamental no separarla promoción ambiental de la promoción de derechos: las campañas de reciclado no deben limitarse a su aporte ambiental sino orientarse al reconocimiento del Cartonero como Reciclador Urbano y Reciclador.

Porque no hay reciclado sin inclusión social, y no hay inclusión social sin educación en los Derechos. El Punto Azul no sólo contribuye al reciclaje sino también a la pelea por un Mejor Vivir, por un Salario Social para las y los Cartoneros y todos los derechos consagrados como Trabajadores, por políticas públicas de inclusión y por una economía socialmente integradora.

Cartoneros, carreros, catadores, urgadores, gancheros, son en todo el mundo familias humildes que encuentran en los RSU un digno medio de subsistencia.
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